domingo, 2 de noviembre de 2014

Heridas de Guerra

Un buen amigo del bus en el cual viajo a diario me comenta que tiene una silla herida... así que me puse manos a la obra. Luego de abrirla descubrí que el problema era que los tarugos traseros estaban quebrados y que una de las piezas de soporte estaba suelta.







Lo siguiente fue taladrar los antiguos tarugos para dar paso a los nuevos.




Luego encolarlos y fijarlos con los sargentos.




Luego que se secara, fijar con cola fría y clavos (con la clavadora neumática) los soportes.



Después de secado, cerrar la silla y limpiarla con lustra mueble.



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